Visita a Acapulco desde CDMX

Playa de la Bahía de Acapulco

La visita a Acapulco desde México DF la hicimos en los últimos días de nuestro viaje. Tan solo estuvimos allí dos días y una noche; tiempo suficiente para disfrutar un poco de esta ciudad costera que llegó a ser la joya de México allá por los años 80.

Visita a Acapulco desde México DF

Desde México DF hasta Acapulco hay unas 4 horas de camino por carretera y lo más difícil es sin duda salir del DF sin perderse y en la dirección correcta. Una vez tomada la carretera que lleva a Acapulco no tiene perdida, todo recto y entrarás en la ciudad.

Para este viaje, nuestros amigos de México nos prestaron su coche, eso si, les pedimos el favor de que nos dejaran ya en la carretera que nos llevaba directos a Acapulco de Juarez, pues durante no teníamos GPS y para ser sinceros, México DF es una locura para conducir, así que como para hacerlo sin saber muy bien a donde vas.

Ya en la carretera y con dirección a nuestro destino, fuimos revisando una guía de viajes para localizar un buen hotel, cercano a la playa y que no fuese demasiado caro y buscando algo de información sobre cosas típicas de Acapulco, entre las que aparecía por su puesto, los clavadistas. Era un día entre semana, un miércoles, y tan solo queríamos pasar allí una noche, disfrutar de la ciudad y la playa y volver al día siguiente al DF

Llegamos a Acapulco sin ningún problema, efectivamente, la carretera lleva directamente del DF al centro de Acapulco sin ninguna complicación.

Atardecer en la Bahía de Acapulco.

Puesta de Sol en Acapulco – México

Tras las 4 horas de viaje y la vuelta que dimos por Acapulco hasta encontrar alojamiento ya había ganas de descansar un poco. Ya instalados fuimos directamente a conocer la Bahía de Acapulco, apenas quedaban una hora de sol y quisimos disfrutar desde un pequeño chiringuito en la playa de la puesta de sol en el horizonte.

Desde la pequeña terraza, tomando unas cervezas y comiendo algo, vimos como poco a poco el sol se fue ocultando tras la pequeña península de Las Playas y la isla de La Roqueta, que cierra esta calmada bahía. Aún quedaban algunos bañistas en la playa y las sombrillas, la puesta de sol, la playa… hicieron de aquel momento uno de los que mejor recordamos.

La quebrada y los clavadistas.

Clavadista saltando en Acapulco

Puesto que una de las atracciones son los clavadistas, pusimos rumbo en un taxi a la zona de La Quebrada, en la que se encuentran los acantilados. Los clavadistas podrían estar etiquetados por defecto en la categoría de locos.  Desde lo alto de un acantilado, destrepan por la roca casi vertical y se colocan en distintas posiciones de la pared esperando la ola perfecta para saltar al mar. Las olas del pacífico entren en el pequeño y estrecho acantilado; cuando sube el nivel del agua en el interior del acantilado, saltan al agua librándose de una muerte casi segura si el nivel del mar es el habitual.

Es un espectáculo sobrecogedor.

Unas copas con vistas al mar.

Tomando Copas en Acapulco

Después, tomamos de nuevo un taxi hasta el malecón de Acapulco y desde allí volvimos paseando por la Avd. Costera Miguel Alemán hasta el hotel.  Por el camino, en la zona de la Playa de la Condesa encontramos varios bares  de copas, así que entramos en un par de sitios para disfrutar un poco de la noche de Acapulco. Sin duda, el lugar más curioso es el Barbarroja Acapulco ambientado como un viejo barco pirata en cuya cubierta tomamos algunas bebidas típicas de México bajo el mástil y con vistas al mar.

Toda esa zona está repleta de bares de copas y restaurantes. Es de los pocos sitios que no tiene grandes edificios en primera linea de playa y por tanto todos ellos con acceso directo a la playa que hay detrás de ellos. The Horror Bar, El Mojito, Baby Lobster, Barbarroja y La langosta feliz son algunos de los bares en los que a pesar de ser un miércoles cualquiera de diciembre encontramos gente disfrutando de la noche de Acapulco.

Terminamos la noche disfrutando de unos tacos del pastor en un puesto callejero pocos metros antes de llegar al hotel.

Un baño en la Bahía de Acapulco a primera hora.

Un baño en la Bahía de Acapulco

Al día siguiente, a primera hora, bajamos a darnos un baño en las aguas de la Bahía de Acapulco. Tan solo algunas personas haciendo deporte disfrutaban a esas horas de la tranquilidad de la playa. Ni una sola sombrilla, ningún bañista, la playa casi para nosotros solos y eso que ya hacía bastante calor.

Disfrutamos de una hora de baño en las cristalinas aguas que ofrece que ofrece la bahía. Podíamos ver a los pequeños peces que se acercaban a picotear nuestro cuerpo mientras estábamos en las someras aguas junto a la playa y de la tranquilidad del lugar en esas horas de la mañana. Desayunamos en el mismo lugar en el que nos tomamos la primera cerveza en Acapulco, en el chiringuito en el que disfrutamos de la puesta de sol el día anterior.

Después del baño en la playa, volvimos al hotel para quitarnos la sal y dejar todo preparado para salir después de comer hacia México DF de nuevo. Dejamos el coche en el parking del propio hotel y fuimos a comer langosta recién pescada a uno de los restaurantes de Playa Condesa. Allí nos despedimos de Acapulco y su playa, pues desde allí volvimos al hotel para recoger el coche y poner rumbo a México DF.

Comiendo Langosta en Acapulco.

Alojamiento en Acapulco.

Nada más llegar a la ciudad de Acapulco desde Méxio DF, un hombre llamado Guadalupe, delgado y no muy alto, llamó a la ventanilla de nuestro coche. Se presentó amablemente y nos ofreció llevarnos a un hotel económico y bien situado. No era el único, había muchos más “comisionistas” que ofrecen al viajero un hotel.

Lo mejor, como siempre, es comparar precios y servicios previamente, algo que hoy en día con internet es fácil de hacer. En Acapulco hay más de 500 alojamientos, muchos de ellos grandes hoteles en primera linea de playa, pero también hay alojamientos más modestos que pueden ofrecer al viajero lo que busca según su tipo de viaje.

Ver alojamientos.

Otras cosas que hacer en Acapulco

En Acapulco hay otras cosas que hacer si vas con algo más de tiempo que nosotros. Puedes visitar alguna sus playas más alejadas, ir a la Isla de Roqueta, a la laguna de Coyuca, visitar el Museo Histórico de Acapulco, pasear por el zócalo de la ciudad o pasear por el Parque Papagayo.

Ver tours y otras actividades.

Nuestro viaje por el centro de México

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Anselmo
Informático, Viajero, aficionado a la fotografía, montañero, cervecero... me encanta viajar desde que tengo mis propios ingresos e intento disfrutar de cada minuto libre para practicar mis aficiones, que no son pocas.