Este pasado mes de agosto he hecho con mi amiga Belén (tiene otro blog en esta misma página) un recorrido por Europa con el Interrail y creo que más que contar el viaje en sí,…(que 22 días dan para mucho), es mejor que hablemos de algunos aspectos que os pueden ser útiles si no lo habéis hecho nunca y tenéis intenciones.
Tiene que quedar claro que no se puede generalizar demasiado, porque cada cual planea y hace el viaje a su manera, con unos países, circunstancias y expectativas distintas. Sólo os cuento mis impresiones particulares y lo que he vivido. Me he centrado en cosas que creo más o menos prácticas, intercalando alguna anécdota y demás.
No podemos contar todo al detalle, pero si tenéis dudas sobre algún albergue, algún tren, alguna ciudad concreta de las que hemos pasado,… nos mandáis una paloma mensajera o casi mejor un mensaje en esta web 🙂 a Belén o a mí y os contestaremos, siempre que podamos o sepamos.
Índice
BILLETE Y TRENES DEL INTERRAIL
Para los que estéis un poco despistadillos con el tema Interrail, antes de nada, aclaro unos cuantos puntos. En primer lugar, por resumir, es una especie de “Abono transporte” que sirve para viajar en tren por prácticamente toda Europa. Eso sí, no incluye España, aunque para algunos trenes españoles, no todos, te hacen descuento.
Existen varias modalidades. Nosotras pillamos un pase global de 22 días y nos costó 469 euros en segunda clase (para menores de 26, es más barato. Juventud divino tesoro!! 😛 ). Hay otras alternativas: billetes para un sólo país de diez días, billetes válidos para 22 días pero que sólo te permiten viajar en tren 10 de esos días, también en primera clase, etc…. Lo podéis mirar en www.renfe.es.
Algunos trenes, tienen suplemento. En los nocturnos, si queréis pillar litera, normalmente hay que pagar bastante. Nosotras pillamos dos de estos nocturnos a lo largo del viaje, y en uno (Praga-Budapest) nos cobraron poco más de diez euros; y en otro (Innsbruk-Viena) nos querían cobrar 30 euros, aunque decidimos que, para eso, ya nos apañaríamos en los asientos. Craso error! iba todo petado y olía a queso cabrales que no había quien parase en los vagones! Con lo cual, terminamos ubicándonos en un descansillo, al lado del WC y de las puertas que dan a la calle, en el hueco que hay para las sillas de minusválidos, con la esterilla, sin poder estirarnos (porque nos pisaban…).
Vaya nochecita toledana,… mejor dicho austriaca! Si no pilláis cama, lo mejor es meterse en un departamento de estos que son tres asientos enfrentados a otros tres y cerrados. Los asientos de uno y otro lado se pueden juntar y si sois pocos, hasta puede ser medianamente cómodo… pero bueno, no se descansa como en una cama de un albergue, desde luego. Los nocturnos te ahorran tiempo porque haces las 7 u 8 horas de noche durmiendo, y no pierdes un día, pero a veces hay que pensárselo, porque incluso en litera, si sois de mal dormir, os arriesgáis a pasaros la noche en blanco, entre el traqueteo, el calor que pueda hacer y lo estrecha que es la cama, que parece que te vas a estrellar contra el suelo en cualquier momento,…. En nuestro caso os cuento que llegamos a Viena hechas polvo del viajecito y tuvimos que echarnos una siesta considerable en cuanto pudimos entrar en el albergue. Sin embargo, en el nocturno, con litera, de Madrid a Gerona, sí dormimos bien.
En otros trenes, tipo Eurocity, y algún Intercity, también te cobran un suplemento, además de tu billete de interrail, pero nosotras, que hemos hecho en 22 días más de treinta trayectos, nos hemos encontrado pocos de este tipo (cuatro o cinco como mucho).
En la mayoría de trenes, salvo estos de los que hablo, un poco más especiales (de alta velocidad, nocturnos, etc…),… no es necesario reservar. Tú te informas de los horarios (normalmente el día de llegada a una ciudad, ya sabes cuál va a ser tu siguiente destino, y consultas qué trenes hay), te montas y listo. Cuando pasa el revisor, le das el billete de interrail, y listo.
Los trenes europeos, en general son cómodos, incluso en segunda clase. No siempre se cumple la premisa, ya sabéis. En Hungría, para ir a un pueblo perdido en el Balatón, cogimos un tren que parecía una ampliación de esos trenes de juguete de principios del siglo veinte. Dos vagones destartalados. Y en Francia, cogimos también un tren-sauna a las tres de la tarde, sin aire acondicionado ni podíamos abrir la ventana de nuestro departamento. Debimos perder unos tres kilos en líquidos en las dos horas que duró el viaje!! por lo menos,… :-). Eso sí, en el siguiente trayecto, nos colamos en primera clase y fuimos como dos marquesas. Además tuvimos suerte, porque nos hicimos las “noentiendonadasoyextranjera” y el revisor nos dejó estar en ese sitio que no nos correspondía.
ANTES DEL VIAJE INTERRAIL
Pero bueno, os estoy hablando del viaje en sí, pero antes hay que prepararlo, un poco, al menos. Para nosotras, y me da la impresión de que también para la mayoría de la gente que coge un Interrail, ha sido un viaje con muuuucha improvisación. Si eres de los que cuando vas de vacaciones, te gusta tener todo bien atado y previsto, creo que el Interrail no es viaje para tí.
Nosotras teníamos la ruta más o menos diseñada. Sabíamos más o menos por qué países queríamos y nos daba tiempo a pasar, con los días que disponíamos. Pasamos por Francia, Suiza, Austria, Chequia, Eslovaquia, Hungria, Eslovenia, Croacia e Italia. No os asustéis,…. que ya sé que son demasiados, pero en algunos simplemente pasamos, por que teníamos que pasar y paramos en una ciudad sólo. Por ejemplo, en Francia, simplemente hicimos noche en Lyon; de Eslovaquia, sólo estuvimos en Bratislava porque desde Viena se tarda nada más una hora. Y en Ljublijana (todavía no estoy segura de que se escriba así), capital de Eslovenia, paramos porque los trenes de Croacia a Italia hacían escala allí casi todos. Muy recomendable, por cierto. Pero, ya os digo, tuvimos que cambiar de planes cada dos por tres. Por ejemplo, querríamos haber ido a Cesky Krumlov, un pueblo medieval de Chequia, y aunque en distancia está cerca, en tren perdíamos un día desde Praga para ir, teníamos que hacer no sé cuántos cambios de tren,… así que al final,… decidimos que no íbamos.
Para nosotras, pero esto ya digo que es muy personal, ha sido un viaje de impresiones generales. En 22 días pasas por muchos países, muchas ciudades, tratas con mucha gente y no puedes profundizar demasiado, pero sí te haces una idea de lo que es Europa. Para mí, al menos en las capitales, no se notan demasiadas diferencias de cultura.
Estás en un garito en Praga o en Dubrovnik y te puedes imaginar sin ningún esfuerzo que ese mismo bar está en Madrid. Tienes los mismos Starbucks, los mismos Zaras, las tiendas de recuerdos, con horteradas distintas, eso sí,… Quizá más interesante, para notar las diferencias culturales, es ir a pequeños pueblecillos donde todavía no han llegado de lleno los tentáculos de la globalización,… Lo malo, es que suelen estar peor comunicados, y no te suelen aparecer en las guías de viaje al uso. Y claro, vas a un país, ¿y cómo no vas a pasar por la capital?
Los albergues, y esto también es muy personal, salvo el de Praga, no reservamos ninguno con antelación, por lo que os digo, por si había cambio de planes.
Para orientarnos un poco, contábamos con dos guías de viaje. Una, está dedicada al Interrail. La sacamos de la biblio y no me acuerdo de la editorial, pero seguro que podéis conseguirla en cualquier librería o biblioteca. La otra, está también muy orientada a gente joven, mochileros y con bolsillos tristones. La edita la cadena Ser, los cuarenta principales o algo así. Y cada una de estas guías te habla, muy resumidamente, de varios países. Está bien, cuando quieres ir al grano y tienes una orientación sobre transporte, conexiones de las principales capitales, etc… Lo malo de estas dos guías es que en muchas cosas son prácticamente calcadas.
Muy útil también es la información que podéis obtener en Internet, en foros como éste y demás. Las guías te hablan casi siempre en positivo. Es decir, nunca te van a decir: “este albergue es una mierda” o cosas del estilo. Sin embargo, en los foros sueles encontrar información fresca y de primera mano, y te puede orientar bastante.
MOCHILA, QUE LLEVO AL INTERRAIL
¿Qué me llevo?¿Qué no me llevo? Un consejo: cuanto menos, mejor. Tienes que tener en cuenta que vas a tener que cargar con ella pa’cá y pa’llá como una tortuga durante todo el viaje. De ropa, poquita, y la puedes ir lavando (en muchos albergues hay lavadora y secadora por dos euros o menos cada). Cada uno verá, pero los “porsiacasos” de ropa sobran.
Pongo algunas cosas que se pueden olvidar: el bañador o bikini (tengo que confesar que no me lo llevé y reciclé la ropa interior negra para este menester), medicamentos básicos (llevarlos siempre encima. El día que necesité un gelocatil estaba en mi mochila grande que había dejado en el albergue y no en la pequeña que era la que llevaba de excursión); crema solar; libros, cartas, mp3 o pasatiempos para el tren; navajilla suiza por si hay que partir un trozo de queso o lo que sea; bolsas de plástico; chubasquero y funda de plástico si tenéis para que no se moje la mochila…
En algunos albergues tienen taquilla para tus cosas, pero sin cierre, así que hay gente que mete un pequeño candado.
Es muy útil una riñonera discreta o una faltriquera que lleves por debajo de la ropa interior para llevar el dinero, los documentos (metidos en una bolsilla de plástico para que no se te mojen de sudor), etc… y no separarte de ello o hacerlo lo menos posible. Por supuesto, el DNI y el pasaporte. No estoy segura de que en todos los países acepten el DNI. Id haciendo una lista
Yo llevaba un bolsito pequeño atado a la cintura con los documentos y algo de dinero suelto siempre delante. En todo el viaje, no he tenido ningún percance, salvo el último día, al llegar a la estación de autobuses de Barcelona, que con los empujones de la gente para coger las mochilas y demás, descubrí a un tío metiéndome la mano en el bolso. Le di un revés en el brazo y por suerte no me quitó nada.
ALBERGUES – ALOJAMIENTOS INTERRAIL
Nos hemos hospedado durante todo el camino en albergues, salvo en Split, que fuimos a una casa particular y en Keztley (Hungría) a una pensión de abueletes. Hemos encontrado de todo y desde 10 euros hasta 22 la noche. Algunos muy pulcros, modernos,…incluso fashion como el Wombats de Viena (22 euros) y otros bastante malos como el Gold Sickle de Praga, que eso sí está bien situado. Además, una de las chicas de recepción está de psiquiátrico!! como lo oís. No lo cuento porque sería un poco largo. En Budapest, nos llevaron a un colegio habilitado en verano como albergue, que tampoco era ninguna maravilla.
Muchos de ellos incluyen, (o dan la opción de incluirlo) el desayuno en el precio. No os hagáis muchas ilusiones, suele ser pan con mantequilla y mermelada y café aguado. Hay reseñables excepciones! En el albergue de Berna, que estaba muy bien (vaya, no recuerdo el nombre), el desayuno era muy variado y rico, rico! En algunos, también, hay internet gratis, aunque no siempre es fácil pillar el sitio libre y a veces el tiempo está limitado. En otros hay que pagar, y en otros, no hay. Igualmente, no todos tienen lavadoras y algunos tienen cocina que está a tu disposición por si quieres comprar en el super y cocinar algo, bar y/o terracita (el de Vieux Lyon y el de Viena, entre ellos) para que no tengas que salir por la noche si no quieres y te tomes algo en el propio albergue.
De algunas ciudades sí teníamos, por las guías, o porque lo habíamos mirado en internet (www.internationalhostelling.com / www.hostelsworld.com) los datos de posibles alojamientos, aunque sin ninguna reserva, excepto con el de Praga, que lo reservamos dos días antes online, porque encima pillaba en fin de semana y no sabíamos si habría sitio en agosto. Otras veces, hay que acercarse a la oficina de información turística (a veces están dentro de las mismas estaciones) para que te den esa información.
Pero a muchas ciudades o pueblos que no son turísticos hemos llegado de manera imprevista, sin albergue, sin teléfonos ni direcciones, y sin saber si nos tocaría dormir en la estación o dónde. Bueno, también hay que decir, que íbamos mentalizadas para ello. Lo más increíble de todo el viaje, nos ocurrió precisamente en una de estas situaciones. Éstas son las experiencias que al final se quedan en tu memoria, las que tienen que ver con la gente que te encuentras en el camino. Os lo cuento a continuación
GENTE EN EL INTERRAIL
Resultó que por querer adelantar camino para llegar lo antes posible a Dubrovnik, decidimos coger un tren que nos dejaba a las 8 de la tarde en Osijek, una ciudad al norte de Croacia, en la región de Eslavonia, que ni es turística ni sabíamos nada de ella. Pensábamos salir a esas horas a buscar un sitio donde dormir,…con tan mala (o buena) suerte que estaba lloviendo a mares. Era imposible salir con la que estaba cayendo. Nos íbamos a calar hasta los huesos.
Habíamos estado hablando en la estación de tren, con una pareja de noruegos que pararon también en Osijek y se quedaban en casa de unos amiguetes. Uno de sus amigos, llevaba tiempo viviendo en la ciudad, así que cuando le vimos aparecer, le preguntamos si sabía de algún sitio barato donde poder pasar la noche. Sólo sabía el nombre de algunos hoteles, bastante caros, y como Belén y yo pusimos cara de circunstancias,…nos dijo (todo en inglés, claro): “Tengo un amigo que vive sólo y a lo mejor no le importa que os quedéis en su casa”. Y efectivamente. Lo que pensábamos es que nos alquilaría una habitación.
En Croacia es una práctica habitual. En las estaciones de tren te asaltan señoras que te ofrecen alojamiento en sus casas por poco dinero. Pero no. Nos equivocábamos. Allen, que así se llamaba nuestro anfitrión, nos dijo que de ninguna manera nos iba a cobrar!! que aceptásemos la hospitalidad croata! y después de insistirle, vimos que no había manera. Pero eso fue solo el comienzo de aquella noche increíble, porque además, Allen había quedado con un amigo (Dominik) para ir de bares por Osijek, así que terminamos de bares con estos dos chicos que encima no nos dejaban pagar ni una ronda!! estábamos alucinando!! pero no había truco,… simplemente que hay muy buena gente por mundo, y tuvimos la suerte de dar con estos dos chicos, que además eran divertidos (y eso que las conversaciones en inglés no siempre eran todo lo fluidas que hubiese sido deseable). El caso es que nos lo pasamos pipa esa noche por Osijek de parranda.
Terminamos en un bar donde ponían salsa y rumba!!!! y conocimos a unos señores de Huelva! Y a la mañana siguiente, llegó Dominik a casa de Allen, donde habíamos dormido Belén y yo, con el desayuno, pero el colmo fue que luego nos invitó a comer a casa de su madre!!! De verdad que desde el primer momento nos dieron una confianza tremenda y se portaron con nosotras como poca gente lo ha hecho en nuestra vida, y como decía Belén: “sin esperar nada a cambio”. En fin, creo que el día y medio que pasamos con ellos, lo mejor del viaje.
En los albergues también hablas a veces con gente, pero la mayor parte del viaje hemos estado solas porque, por poner un caso, conocimos a un chaval mejicano (Paco) muy majete y pasamos un día con él en Berna, pero después, cada uno sigue su ruta. Es muy difícil coincidir más de uno o dos días con alguien.
En Berna también coincidimos con unas chavalillas españolas muy majas, en Viena con unos chilenos marchosos, en Brescia (ciudad nada recomendable, por cierto), con una pareja de barceloneses majísimos, en Dubrovnik con dos canadienses, y en Esztegom (al norte de Budapest) con un muchacho muy amable y simpático pero con el que no podíamos comunicarnos porque no sabía inglés ni español!
Gente borde también nos ha tocado. No sé si habrá sido casualidad, pero en Chequia, varios cardos borriqueros en la estación de Praga y luego, la pirada del albergue que se nos puso a chillar sin ton ni son. Sí se nota que en países como Francia saben lo que es el turismo, y lo que significa atención al cliente; y en otros, aún están en fase de aprendizaje y te encuentras de todo.
La mayor parte de la gente del albergue, era más joven que nosotras (treintañeras hechas y derechas). Curiosamente, no hemos coincidido en los albergues con muchos españoles, aunque luego por las calles de las ciudades más conocidas, oías hablar español por todas partes. Bueno, y de todo, porque en agosto hay ciertos sitios que están abarrotados, aunque también hay que saber ir por rutas dentro de la ciudad en las que no ves a casi nadie. Pero el centro histórico de Praga o Dubrovnik, por poner dos ejemplos, puede ser un infierno si eres de los que odian las multitudes.
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Tengo un par de dudas a cerca del interrail que me gustaria que me resolvieras si es posible.
La primera, aunque supongo que obvia, es si el billete de interrail se compra/reserva en una compañia de viajes¿?
Otra es si consideras mejor ir a todas las ciudades que puedas y verlas por encima, o ir a menos ciudades y profundizar algo mas?¿
Podrias contestarme a este par de preguntas?¿?
Mi correo es: [email protected]
Te lo agradeceria muchisimo
GRACIAS
He visto el comentario un poco tarde, creo, pero bueno, espero que aún te sirva.
Para sacar el billete del Interrail nosotros fuimos a un puesto de venta de Renfe. Lo bueno es que no hace falta planificar porque se puede sacar creo que hasta con un día de antelación. Seguramente en agencias de viajes también te lo vendan, pero no lo sé seguro.
La segunda pregunta,…depende de cada uno. Si la ciudad te gusta puedes plantearte quedarte algún día más y verla más en profundidad. Hay además una modalidad de Interrail en la que el billete tiene vigencia durante 22 días, pero de ellos, sólo puedes viajar 10. Es decir, que en algunos sitios, a la fuerza te tienes que parar más de un día. Esta modalidad es más barata y es ideal si quieres profundizar algo más.
Para sacar el billete de interrail puedes hacerlo desde cualquier estacién de tren, cualquier sitio de juventud de tu localidad o incluso desde internet hay páginas donde te lo puedes sacar sin pagar un euro más. Me he enterado que hay sitios donde hay como juegos donde te dan el billete de interrail gratis, pero no se como va ni lo he visto de verdad. En http://www.hostelrail.com te puedes informar y ver tb alojamientos a bajo precio. en http://www.renfe.es tb hay informacion sobre el billete.
Buenas:
Tengo pensado hacer el Interrail el verano que viene con 3 personas más. El caso es que el billete que más nos convence, sobre todo por el precio, es el de 22 días de los que puedes viajar 10, ¿funciona así? Es decir, de esos 22 días puedes viajar 10, sean los viajes que sean, ¿no?
Todavía no tenemos decidido el itinerario, pero nos gustaría visitar Praga, Brujas, Amsterdam, Venecia, París, Roma y de paso que vamos a Praga visitar Viena. De momento no lo tenemos claro, pero podría ser ese el itinerario. El caso es que me gustaría saber si pudiérais ayudarme a planificarlo un poco.
Mi email es [email protected]
Tengo dudas sobre que albergues podrían “darnos cobijo” en cada una de las ciudades a precios módicos, y si pudieráis ayudarme con alguna de las ciudades me sería de muy gran ayuda. He visto que estuvistéis en uno de Praga bastante económico, pero un tanto ruinoso XD jeje pero supungo que todos serán del estilo.
También me gustaría saber algo acerca de los extras que hay que pagar en ciertos trenes y demás. Por ello, y para que no se haga muy largo de escribir por aquí, me hariáis un gran favor agregándome al hotmail para solucionar mis dudas.
Espero no esté abusando de vuestra buena voluntad. Un saludo y gracias de antemano. A ver si lo leéis, porque el último mensaje data del 19/04/2009.
Lo dicho, un saludo y muchísimas gracias.
Hola,
Yo tengo muchisimas dudas sobre el tema de las reservas de trenes (nocturnos o internacionales). En efecto, siempre pone que estos trenes necesitan reservas pero se puede hacer ANTES del viaje (me refiero, por internet o algo asi) o tiene que ser en la estacion de la cual va a salir el tren (en este caso siempre sera como 2 dias de anticipacion o algo asi). Lo que pasa es que a mi me da miedo que el tren esté completo !
Muchas gracias
[email protected]