Llegamos ya anochecido, pero eso no era problema para comenzar nuestra visita a Saint Andrews. Fuimos directos al hostal para dejar las cosas y después buscamos un buen bar para tomar algunas cervezas locales; tras un par de pintas comenzamos a buscar un sitio donde cenar. Era tarde y los horarios de los restaurantes mandan.
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La noche en Saint Andrews es sin duda una noche para los jóvenes. Saint Andrews es una ciudad universitaria, los campus universitarios están dispersos por todo el pueblo y gran parte de la población está formada por estudiantes.
Después de cenar recorrimos un par de pubs próximos a nuestro alojamiento y antes de las 12 de la noche ya pudimos ver bastantes jóvenes en un estado de embriaguez que solo he visto en los ciudadanos de las islas británicas. Frente al sitio en el que dormimos se encuentra la Asociación de Estudiantes de la Universidad de Saint Andrews y había allí muy buen ambiente de fiesta.
Era tarde ya y habíamos estado todo el día de visitas y viajes, así que optamos por retirarnos a una hora decente para poder aprovechar bien el día siguiente.
Nuestra visita a Saint Andrews en una mañana.
Nos levantamos temprano, antes de las 9:00 estábamos entrando en la cafetería frente al hostel. Desayunamos el típico desayuno inglés, con su bacon, sus beans, sus huevos… un desayuno contundente para empezar el día con energía. También podíamos habernos tomado solo un café, pero nos gusta comer.

Tras el desayuno, andando, pusimos rumbo hacia el castillo de Saint Andrews. De camino hicimos una parada rápida para visitar la zona de la universidad, tras la capilla de San Salvador. Allí se encuentran algunos colegios mayores, pero a esa hora no había ningún ambiente universitario, tan solo grandes jardines rodeados de edificios de arquitectura típica.
El castillo de Saint Andrews estaba aún cerrado, así que para hacer tiempo fuimos hacia la vieja catedral de Santa Maria; también cerrada en ese momento. No se puede madrugar tanto para aprovechar el día.
Estábamos cerca ya del puerto y nos fuimos hasta el espigón que se adentra en el mar y que sirve de rompeolas al pequeño puerto de Saint Andrews.
Saint Andrews Pier
El muelle de Saint Andrews es un lugar curioso; un largo espigón que da acceso a un pequeño puerto en la desembocadura del río Kinness Burn. Además de la pequeña playa que hay junto al puerto pesquero donde solo los pequeños barcos tradicionales pueden amarrar; lo que llama la atención de este espigón y el motivo por el que bien merece la pena visitarlo y llegar hasta el final del mismo son sus vistas. Las ruinas de las torres de la Catedral de Santa María y el castillo de Saint Andrews enmarcan la ciudad.

La catedral Santa María y el cementerio de Saint Andrews
Ya de regreso hacia el centro, encontramos abierta la Catedral de Santa María, donde se encuentra el cementerio de Saint Andrews. Entramos por una pequeña puerta en el lateral y recorrimos pausadamente parte del cementerio observando las ruinas y la multitud de cruces que lo convierten en uno de los cementerios con más encanto que hemos visitado.
El acceso al cementerio y las ruinas es gratuito, pero para ver el museo hay que pagar.

El castillo de Saint Andrews
El castillo de Saint Andrews se encuentra a escasos metros, en un pequeño acantilado junto al mar. La práctica totalidad del castillo está derruida y apenas quedan en pie las paredes. El tiempo se nos estaba echando encima, pues debíamos devolver nuestro coche de alquiler antes del mediodía en el aeropuerto de Edimburgo, así que decidimos no hacer la visita interior al castillo.
En lugar de entrar al castillo, bajamos por las escaleras que llevan hasta la pequeña playa que precede a las rocas que cubren una buena extensión de terreno frente al castillo. Nos adentramos en las rocas, con cuidado, pues la marea estaba baja y las rocas estaban cubiertas de algas bastante resbaladizas. Desde allí, las vistas del castillo nos cautivaron, con su reflejo en la pequeña piscina formada por unos viejos diques que retienen parte del agua del mar.

Aquí terminó nuestra visita a Saint Andrews. Subimos en la furgoneta que teníamos alquilada y pusimos rumbo a Leven y a Kirkcaldy; dos lugares que visitamos antes de continuar hacia la capital escocesa para comenzar nuestro fin de semana en Edimburgo.
Donde dormir en Saint Andrews
Durante nuestra estancia en Saint Andrews, una noche y una mañana, estuvimos durmiendo en el Saint Andrews Tourist Hostel. El sitio está muy bien ubicado, teníamos una habitación compartida en la que nos metimos todo el grupo. Para pasar una o dos noches, es un lugar agradable, cuenta además con cocina y sala común.
En Saint Andrews existe una buena oferta hotelera así que probablemente encuentres algo que se ajuste a los que buscas.
Otros sitios que visitamos en Escocia
- Visita al National Wallace Monument en Stirling
- Una visita rápida al Ravenscraig castle, en Kirkcaldy
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