Visitar a Malta en 5 días – Diario de viaje

La Valletta - Malta
La Valletta - Malta

Salimos el martes día 8 de diciembre, a las 9:25 (con algo de retraso por cierto) de Barajas, en un vuelo de ryanair (44 € ida y vuelta sin facturar). Casualmente coincidimos en el mismo avión con 3 personajes de Nieva, que tuvieron un percance en la facturación por sobrepeso de su maleta, y venían con todos los bolsillos llenos de ropa que les tocó sacar para evitar pagar más.

A eso de las 12:30 llegamos al aeropuerto de Malta y desde allí nos cogimos el bus nº 8 con destino a la Triton Fountain, en Valetta (es la central de autobuses desde donde salen a todas las partes de la isla). Cada viaje en bus cuesta unos 0.47 €… baratito. Lo primero que nos llamó la atención: el autobús. Son preciosos, pero van a pedales….de hecho, para señalizar la parada tienes que tirar de una cuerdecita del techo, como en la postguerra, vamos. Además, tienen la tonta manía de ir con la puerta por donde suben los pasajeros (única por otra parte) abierta con lo que te pelas de frío dentro.

Llegada a la Valetta

Nada más llegar a la estación de bus, buscamos la calle de nuestro Apartamento (éramos 7 personas en él) que estaba en la Calle Old Bakery, en todo el meollo de Valetta. Tuvimos que atravesar la C/ Republica, que es la más comercial de toda la isla, y creo que toda la población de Malta estaba allí en ese momento haciendo las compras navideñas. Nada tiene que envidiar Sol en cuanto a aglomeración de gente.

Subimos al apartamento (un séptimo piso sin ascensor!!!!) y ya el edificio da el aspecto de ruinoso por fuera, aunque por dentro estaba reformado. Son como los edificios de Portugal, que por fuera se caen a pedazos….Después de hospedarnos, y comer nos fuimos a dar un paseo por la ciudad: visitamos St Jonh´s co-cathedral (por dentro merece la pena visitarla), paseamos cerca del Aubergue de Castille & Portugal, fuimos al Barrakka Gardens desde donde hay unas vistas muy chulas del puerto y está muy apañadito y limpio, y hemos callejeado y bordeado la fortificación que rodea la ciudad hasta que se nos ha hecho de noche.

Después, hemos estado en la Plaza de S. Gorg porque no sé si sería por las fiestas o qué, todos los días había algún tipo de concierto. Estuvimos escuchando a un cantautor haciendo versiones de varios grupos… muy bueno. Luego nos fuimos a cenar (ojito con la hora de la cena… a las 21 ya están casi todos los restaurantes cerrrados). Después de buscar y buscar encontramos un italiano en la c/ Merkanti, con música de los 80 y una camarera muy simpática. Nos salió la cena por unos 20 € las tres, bastante barato.

Después nos vinimos al apartamento, a dormir y a hacer amistad con el resto de inquilinos.

Miércoles 9 – Rabat, Mdina y la Valetta

Nos hemos levantado a las 8 de la mañana, después de una noche toledana, entre ronquidos, un tío que no hacía más que hacer ruidos, y un pichón, que se posó en la ventana y cantaba y cantaba… Después de desayunar, nos cogimos el bus 81 destino Rabat / Mdina (es prácticamente la misma ciudad) lloviendo un poquito. Visitamos por casualidad la Cripta de S. Paul y la iglesia, pero no tiene demasiado que ver. Después nos metimos en las Catacumbas de S. Paul (5 € la entrada con audioguía), que a mi particularmente me encantaron!!!! Eran lugares de enterramiento, que ocupan una superficie de 3 km cuadrados aunque no todo es visitable.

Después hemos visitado la Mdina, que es una ciudad amurallada, con las calles muy limpias y todas las construcciones de roca caliza (esto es lo predominante en toda la isla). Dentro del recinto amurallado está la catedral que yo no visité pero sí mis acompañantes, por 2.50 €. Después dimos otro paseito por las callejuelas estrechas y comimos fuera de la Mdina.

Hemos cogido bus de vuelta a Valetta y, después de coger el abrigo porque hacía frío y por no quedarnos en Valetta de nuevo, nos hemos cogido otro bus, el 11, destino Birzebbuga, que no está recomendado en ninguna guía ni nada, pero que ponía que tenía playa y puerto pesquero y nos hemos ido a verlo. El pueblo no tiene mucho a simple vista; sus casitas bajas al lado del puerto, desconchadas y viejas, sus barquitos (algunos de colores muy llamativos) y una pequeña playa, solitaria en esta fecha porque hacía un frío que pela. Nos ha sorprendido su iglesia, que no es la típica de Malta (son todas con una cúpula roja) sino que es cuadrada y muy muy alta.

Otra cosa destacable y rara de Malta es que todas su iglesias están iluminadas con bombillas de las de toda la vida. En un principio, nosotras pensábamos que esa iluminación se debía a la Navidad, pero ¡¡error!!! Si nos acercamos a las paredes de las iglesias vemos que los cables y casquillos están instalados de forma permanente iluminando las fachadas. Y… la decoración navideña…. en fin… contra gustos….

Nos volvimos a Valetta en el bus 17, justo para tomarnos un batidito rico rico e ir a la plza S. Gorg, a ver a una banda de música y un grupo de gaitas escocesas muy chulos. Todos los días había alguna actuación en esta plaza. A las 9 ha acabado todo el espectáculo y nosotras nos hemos comprado algo y nos hemos venido al apartamento a cenar un poco y charlar con nuestros compañeros de piso, porque estábamos muertas.

Jueves, 10 – Isla de Gozo

La noche también ha sido algo movidita… y nos hemos despertado con el ronroneo del palomo y la paloma en la ventana.

Hoy toca irnos a la isla de Gozo, y para ello nos hemos cogido el bus 45 (0.58 €) hasta Cirkewwa, que está en la punta oeste de la isla, y es desde donde sale el Ferry hacia la otra isla. El barco tarda 30 minutillos y cuesta 4.65 € ida y vuelta.

Nada más llegar allí y siguiendo el consejo de un colega, intentamos pactar con un taxista para que nos llevara a varios sitios de la isla por 15 €… pero nos salió todo rana. Ahora os cuento lo que nos hizo. Son unos capullos que ni te cuento así que mi consejo es ¡¡intentad no coger un taxi ni de coña!!! Hay autobuses que os pueden llevar perfectamente a todos los sitios de la isla, incluso andando podéis ver varias cosas, pues es muy pequeña. Otra opción muy buena sería alquilar una bici, pero hace mucho aire.

Bueno, os cuento la historia. Pactamos 15 € con el taxista… por el camino se hacía el graciosillo, y yo intentaba llevarle la corriente y darle un poco de conversación, a pesar de que el tipo no me inspiraba nada de confianza.

  • Primero nos llevó a la basílica de Ta- pinu, que es muy muy bonita, sobre todo por fuera. Luego nos contaron que dentro hay un apartado donde cada uno deja sus peticiones, con objetos de la gente y demás.. y nosotras no lo vimos.
  • Después nos llevó al Blue Window o azure window o ventana azul, que está en la zona oeste de la isla, y es un agujero de la roca debido a la acción del mar. Nada más llegar allí, va el taxista y nos dice que le paguemos, que ahí terminaba su servicio, y yo le hice entender que nosotros habíamos pactado que nos tenía que llevar de vuelta a la ciudad de Victoria. ¡¡Cómo se puso el tipo!! Que si le habíamos engañado, que si tal que si cual… dando voces, insultando, total que le dimos los 15 € y le mandamos a tomar por culo, palabras literales. Eso sí… más a gusto… porque el sitio merece la pena verlo con tranquilidad, no con un taxista que te está controlando el tiempo que puedes quedarte. El mar estaba bastante revuelto y era precioso ver las olas chocar contra la roca… el sonido del agua… a mi particularmente me encantó. Como estábamos solas, nos dimos un buen paseíto por los alrededores y nos lo tomamos con mucha calma.
  • Después de esperar un rato a que llegara un supuesto autobús (nos dijo el taxista estúpido que sí había), preguntamos a un hombre y nos dice que allí no pasa ningún bus, que el único medio para ir a Victoria (la ciudad más importante de la isla) era taxi. Le preguntamos que a cuántos kilómetros estaba y nos dijo que a 1 hora andando más o menos, así que… ni cortas ni perezosas emprendimos el caminito a paso firme y con paciencia.
  • Llegamos a Victoria a la hora de comer, entramos en un super y nos compramos comida para hacernos un sándwich y seguimos nuestra visita por la Ciudatela, que es una ciudad amurallada donde está la catedral (en obras) con todo muy limpio y cuidado.
  • Desde allí, y haciendo caso de una guía que nos decía que por la tarde no había autobuses en toda la isla, seguimos andando hasta Xaghara, donde ponía en el plano que había unas ruinas neolíticas y unos molinos de viento antiguos. Total, que llegamos muy muy cansadas, sobre las 4 de la tarde y al entrar a ver las ruinas .. costaba 8 € y decidimos no entrar porque vimos fotos y tampoco merecían esos 8 euros. Vimos el molino de viento y cuando fuimos a comprar una botella de agua (está bastante mala la del grifo) nos encontramos con unas chicas españolas que nos dijeron que estaban esperando el bus ¡¡y nosotras fiándonos de la guía!! Total, que nos quedamos charlando con ellas y nos fuimos en bus hasta Victoria de nuevo, y desde allí cogimos otro hacia Mgarr, ya casi de noche, que es desde donde salía de nuevo el Ferry de vuelta a Malta.

A lo tonto, llegamos a Valetta a eso de las 7, nos cambiamos, nos pusimos guapas o lo intentamos, y salimos a cenar a St Julians – Paceville, que es la zona de marcha por excelencia de la isla. Comimos en una pizzería llamada Bianco´s por 33 € las tres y muy muy recomendable.

Después quedamos con nuestros coleguitas de Nieva, y estuvimos tomando algo en esa zona en un garito que se llamaba Hugo´s Passion, con una música un poco…poligonera, pero ya se sabe, si no puedes con el enemigo únete a él, y nos echamos unos bailes como si fuera la mejor música que habíamos oído en nuestra vida.

Destacar sobre todo cómo salen las chicas de fiesta!! Maaaaaadre mía… hacen las delicias de cualquier macho ibérico que se precie: tacones de escándalo, escotes de vértigo, minifaldas muy minis… este es el prototipo de tías. Así que yo, sin quererlo iba llamando la atención con mis botas de montaña, jeje.

Volvimos a casa en taxi a eso de las 3. Los taxis hay que regatearlos el precio. A nosotros nos costó 15 €, pero luego supimos que se puede sacar por bastante menos. Son un poco moros en ese sentido.

Viernes 11 – Blue Grotto y la Valetta

Hoy nos hemos dado un poco de tregua en la cama, y nos hemos despertado a las 8:30, acompañados del canto de las palomas, como viene siendo habitual. Hemos desayunado tranquilamente en un sitio que nos ha recomendado un chico de Logroño que duerme con nosotras y después cogimos el bus 38 (1.16 €), con destino Blue Grotto.

El camino en bus es pesadito… se hace bastante largo, pero el sitio es precioso. Tienes la posibilidad allí de coger una barquita para recorrer los acantilados desde la parte de abajo y nosotras decidimos cogerla (7 €). Esa barquita sólo sale si está el mar en calma, como por suerte estaba ese día. El recorrido dura unos 20-25 min y nos lleva bordeando la costa y metiéndonos en las grutas que hace el mar al chocar contra la roca, viendo de cerca las aguas verdeazuladas (debido a las algas) cristalinas y transparentes.

Después volvimos en bus a Valetta y nos fuimos dando un paseito hacia Sliema, por zonas de polígonos y casa muy viejas y destartaladas que seguro que evitaréis si vais. Al final, acabamos en el puerto, paseamos cerca de la orilla e intentado entrar en una de las ciudades fortificadas pero estaba en obras y no se podía.

Nos cogimos el bus de vuelta a Valetta y como era pronto, nos dimos una vueltecita por la zona comercial, tomando café y demás, antes de ir a casa a cambiarnos para salir. Nos echamos una buena charla con Martín, un chico ecuatoriano majísimo, antes de salir, pero no se animó a venir con nosotras. El que sí lo hizo, fue Rubén, así que nos fuimos lloviendo a cenar a la zona de Paceville, a un restaurante italiano que recomendaba la Lonely Planet, llamado Avenue. La verdad es que cenamos muy bien y barato.

Luego, tomamos algo en el Coconut, un sitio de música heavy-rock, y después me quedé solita con Silvia y nos fuimos a bailotear por ahí. Acabamos en el Native, donde ponían música de los 80 y 90, hasta las 3 y pico. Luego fimos al Habana, porque nos habían dicho que cerraban tarde, pero no… a las 4 nos echaron a todos de allí.

A esa hora no había buses, y por no coger un taxi (les cogimos manía) preguntamos a varias personas y nos dijeron que en una plaza había una oficina (por llamarlo de alguna forma) donde se quedaba con otra gente para compartir taxi. Así que… allá nos fuimos: entras en la oficina, dices cuál es el destino y te hacen esperar hasta que llega gente con tu mismo destino o similar y te ponen el precio del taxi. A nosotras nos costó 8 € y lo compartimos con otros dos chicos. La idea, es muy muy buena, la verdad. Nos dieron, las 5:30 de la mañana cuando nos quisimos acostar.

Sábado 12, Regreso a casa

Este día no tiene nada que destacar ni hicimos nada, pues el avión salía a las 12:25, y entre recoger, despedirnos del casero (nos salió el alojamiento por unos 11 € / noche) desayunar tranquilamente e ir al aeropuerto se nos ha pasado el poco tiempo que teníamos. El vuelo salió con 35 min de retraso.


Conclusiones del viaje a malta

  • Es un país bastante occidentalizado, pero tiene algunas cosas de tradición árabe, como por ejemplo lo de pactar el precio con los taxistas. Además, si escuchas hablar maltés suena como el árabe, sin embargo se escribe con caracteres latinos.
  • Todo el mundo sabe inglés
  • Todo es de caliza, como bien dice en su crónica nuestro amigo Jose Luis.
  • Si alguien ha estado en Portugal, verá que las casas de pescadores son similares, y dan la impresión de abandono total.
  • Las iglesias están perfectamente restauradas, mantenidas y todo, muy al contrario que el resto de edificios.
  • La noche tiene bastante marcha, y las tías salen imponentes y a darse restregones. Dicen que en verano es una especie de Ibiza… suerte que fuimos en invierno!!!
  • Los taxistas y conductores de autobús tienden a ser bordes.. no nos tocó ni uno medianamente simpático.
  • Las copas y la comida son algo más baratos que en España.
  • Merece la pena montar en los autobuses, son muy peculiares.

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